Algo igual de traumático como tener que asimilar que una tiene cáncer de mama es el hecho de verse mastectomizada delante del espejo. Hay 16.000 nuevos casos de cáncer de mama diagnosticados al año en nuestro país –el riesgo de padecerlo es de 1 de cada 9 mujeres- y hasta un 80% de éstas podrían beneficiarse de una reconstrucción mamaria, pero, por desgracia, todavía hay mucha desinformación y miedo. En el 50% de los casos sigue sin haber buena información. "Pero, si hace 15/20 años se realizaban un 30% de reconstrucciones, hoy en día la cifra se ha duplicado y ya llegamos al 60-70%”, apunta Manuela Palazuelo, Coordinadora de la Unidad de Reconstrucción Mamaria Inmediata del Hospital madrileño La Paz.
Últimas técnicas de reconstrucción mamaria
Últimas técnicas de reconstrucción mamaria
Últimamente están surgiendo novedosas técnicas de reconstrucción mamaria que han suscitado el debate: entre cirujanos crédulos y escépticos. Las más novedosas son la reconstrucción mamaria con implantes de sustancias de relleno y grasa autóloga. Pero, ¿es tan bonito como lo pintan? ¿Es viable en todos lo casos? ¿Está creando falsas esperanzas en las pacientes? Los expertos coinciden en que estas técnicas, de momento son anecdóticas, auxiliares y pueden ser viables en el caso de tumorectomías y cuadrantectomías. Es decir, cuando no es necesario extirpar la mama completamente sino tan solo pequeñas porciones, o para arreglar algún defecto que haya podido quedar tras una reconstrucción mamaria y, sobre todo, siempre que ésta no haya sido radiada –sometida a radioterapia-. “Las mamas radiadas tienen un tejido con poca o nula elasticidad, su vascularización está alterada, toleran peor los implantes y se requieren técnicas más complejas para obtener buenos resultados”, advierte el cirujano José Luis Martín del Yerro.
Con grasa autóloga
La técnica con grasa autóloga consiste en extraer ésta de donde sobra, normalmente abdomen y cartucheras, con unas jeringuillas especiales que evitan que los adipocitos se rompan y en centrifugarla hasta conseguir una solución rica en células madre, lo que va a garantizar su prendimiento. Luego, esta solución se infiltra en la mama con unas cánulas muy finas y una técnica de goteo que garantiza su fijación.
Con Macrolane
En el caso de la infiltración de implantes, la sustancia que se utiliza es Macrolane, un gel de ácido hialurónico de última generación, muy puro y de origen no animal, lo que implica que está libre de posibles infecciones y alergias –de hecho, no requiere test de alergias-. “Es idéntico al que fabrica de forma natural nuestro organismo –un polisacárido que es responsable de la juventud de la piel-, se integra perfectamente en los tejidos y se va degradando gradualmente hasta su completa eliminación”, asegura el cirujano plástico Juan Peñas. Puede ser una solución en aquellas pacientes muy delgadas o a las que no les sobra grasa por culpa de la quimioterapia. Se inyecta mediante unas cánulas finísimas en las depresiones y hoyuelos del pecho que hay que retocar.
¿Cuánto duran y cuánto cuestan?
Tanto uno como otro relleno –grasa y ácido hialurónico- son procedimientos ambulatorios –sin ingreso hospitalario-, que se practican con anestesia local o incluso solo sedación, y tienen una duración máxima de 1 a 2 años, ya que se van degradando y reabsorbiendo por el organismo con el tiempo. Y mientras que el implante de grasa lo cubre la Seguridad Social en algunos hospitales públicos, como el Hospital Clínic, de Barcelona, el relleno Macrolane solo se realiza a nivel privado y tiene un coste de 4.000 €.
Reconstrucción mamaria inmediata
Otra de las cirugías que se está realizando en la actualidad con mucho éxito –90% de niveles de satisfacción-, es la reconstrucción mamaria inmediata. Y en esta, sí existe consenso en la comunidad médica. “Es una técnica quirúrgica contrastada, segura y con resultados a largo plazo”, garantiza el Dr. Martín del Yerro. ¿En qué consiste exactamente? Se trata de que en el mismo acto quirúrgico en el que se extirpa el tumor se puede colocar debajo del músculo pectoral, o bien una prótesis anatómica de gel cohesivo o bien un expansor tisular parcialmente relleno de suero fisiológico, que se va completando en consulta, semana tras semana, hasta alcanzar el volumen necesario para implantar definitivamente una prótesis. En cada etapa de expansión se rellenan entre 50 y 100 cc hasta llegar a los entre 400 y 600 cc definitivos. En el caso de poner prótesis de gel cohesivo, éstas están homolagas, son seguras y en caso de rotura su contenido no migra. La talla elegida es la que los cirujanos consideran más apropiada al tórax de la paciente y lo más parecida al tamaño del otro pecho.
Con prótesis
La principal ventaja de la cirugía inmediata con prótesis de silicona es que solo hay que pasar dos veces por el quirófano. Una primera para que te quiten el tumor y te coloquen las prótesis, y una segunda, al cabo de entre 4 ó 10 meses –según haya que recibir o no radioterapia-, para que te reconstruyan la areola y el pezón. Y, además, sus defensores aseguran que con las prótesis y la técnica quirúrgica actual, es incluso posible recibir radioterapia a posteriori. Algo impensable hasta ahora por el deterioro que el tratamiento provoca en la piel. En la Unidad de Reconstrucción Inmediata de la Mama, del Hospital La Paz, lo llevan haciendo cinco años. “Empezamos poniendo prótesis sin saber que la paciente iba a necesitar después radioterapia y vimos que en ningún momento había rechazo. Solo en contadas ocasiones es preciso cambiarla”, asegura la Coordinadora de la Unidad.
Con expansores
La cirugía con expansores se puede convertir en diferida si es necesario recibir radioterapia -se recibe primero el tratamiento y después se realiza la reconstrucción-, y se prolonga más en el tiempo. El dispositivo se va rellenando, con una jeringuilla y a través de una válvula, durante 4 ó 6 semanas, después se deja colocado entre 3 y 6 meses “para que se adapte perfectamente al tórax y deje preparado el bolsillo para alojar las prótesis definitivas”, describe el cirujano Martín del Yerro. En una segunda intervención se colocan las prótesis y, por último, en una tercera –entre 4 y 6 semanas después-, se reconstruye la areola y el pezón. Eso sí, a pesar de la dilatada espera, se evita hacer nuevas cicatrices porque se interviene a través del corte realizado para extirpar el tumor. No obstante, en la actualidad y en el caso de ser posible, los cirujanos apuestan por la reconstrucción inmediata. ¿Por qué? Por varias razones. En primer lugar, “porque cuando las pacientes salen del quirófano no solo se ven liberadas del tumor sino que no se ven mutiladas”, apunta la Dra. Palazuelo. En segundo lugar, “porque en estas condiciones se encuentran mejor psicológicamente para afrontar, si fuera necesario, una quimioterapia”, continua la experta. Y en tercer lugar, “porque se ahorran una dilatada espera para operarse“, apunta Martín del Yerro. Ambos procedimientos –prótesis o expansor + prótesis- tienen unos niveles de satisfacción altísimos, se realizan bajo anestesia general y los cubre tanto la Seguridad Social, como los seguros médicos privados.
Más información:
• Unidad de Reconstrucción Inmediata de la Mama, Hospital la Paz (Madrid, tel. 917 27 72 11).
• Instituto José Luis Martín del Yerro (Madrid, tel. 915 35 24 02).
• Hospital Quirón (Madrid, tel. 902 15 10 16 y 917 99 23 80. Barcelona, tel. 932 85 00 00 y 932 55 40 00).
• Xavier Santos Heredero (Madrid, tel. 91 125 38 05).
• José Mª Serra Renom (Barcelona, tel. 932 84 81 89).
• Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) (Madrid, tel. 913 98 59 00). Te facilitan el teléfono de ayuda más próximo a tu localidad.
• Infocáncer (tel. 900 10 00 36).
Lo último en diagnóstico:
La Tomosíntesis es una tecnología pionera en España para detectar precozmente un cáncer de mama cuyo primer aparato está ubicado en la sede de la Fundación Tejerina. Tal y como indica el Dr. Armando Tejerina, “esta técnica permite ver mejor la mama, en planos milimétricos, que posibilitan distinguir los tejidos en su profundidad. Una de las ventajas más importantes que ofrece es la de descartar falsos positivos y negativos, ya que se puede ver la mama por capas”.
Con esta nueva tecnología se puede localizar y tipificar lesiones tumorales no palpables, además es una prueba que no entraña riesgos para la salud, ya que las radiaciones que recibe la paciente son similares a las de un estudio de mamografía digital convencional. "La Tomosíntesis es una aplicación de la mamografía digital, en la que el tubo de rayos X toma múltiples exposiciones, a medida que se mueve en un arco limitado de aproximadamente 15 grados. Los datos digitales se reconstruyen después, en secciones topográficas, a lo largo de la mama. Permite además ampliar la imagen, de tal forma que luego se puede estudiar con todo detalle", continúa el Dr. Tejerina.
La prueba
Durante un barrido por la mama comprimida se obtiene una visión tridimensional de imágenes. Para ello se realizan múltiples disparos secuenciales hasta tener un total de 50 cortes de la mama, con un espesor de un milímetro. Los diferentes planos que ofrece permiten delimitar la posible tumoración, estudiar sus bordes, su penetración en el tejido mamario y las posibles infiltraciones.
Principales Ventajas
“Este sistema mejora la imagen cuando se trata de lesiones de pequeño diámetro, no palpables, especialmente las de aspecto nodular o para las microcalcificaciones, ya que permite seleccionar la imagen en distintos planos y evaluar su contenido y bordes radiológicos, tipificando correctamente la posible lesión, y por tanto la decisión terapéutica más conveniente. A esto hay que sumar que al descartar los falsos positivos y negativos, se reduce considerablemente la necesidad de indicación de biopsia”, señala el Dr. Tejerina.
Otro beneficio que aporta es que, en caso de patología maligna, aporta datos claros sobre la extensión tumoral, así como la forma de la lesión y su infiltración en el tejido mamario. Lo que permite evitar biopsias innecesarias.
Más información: Fundación Tejerina (Madrid, tel. 91 448 67 52). Página web: http://www.cpm-tejerina.com/
Acciones Solidarias:
Como cada año, y durante el mes de octubre, el grupo de marcas de Estée Lauder se unen en la lucha contra el cáncer de mama a través de una campaña de concienciación social y la venta de sus “productos rosas”. La venta de estos productos se destina íntegramente a The Breast Cancer Research Foundation.
- Pink Ribbon Collection Evelyn Lauder Lip Design Collection (28 €), de Estée Lauder. Una exclusiva colección de tres barras de labios Pure Color (tiramisu, candy y rubellite) que han sido seleccionadas por Evelyn Lauder. Incluye una minicartera rosa.
- Pink Ribbon Colecction Elizabeth Hurley Lip Design Collection (25 €), de Estée Lauder. Elizabeth Hurley ha elegido cuatro nuevos tonos de brillos de labios Pure Color (nude rose, rock candy, brazen berry y extravagant pink). Incluye una minicartera rosa.
- Pink Ribbon Pin Estée Lauder Jeweled (14 €), de Estée Lauder. Broche cubierto de 20 cristales rosas y con un cierre de alfiler dorado, con el diseño del emblemático lazo rosa. Una auténtica joya para coleccionistas.
- Evelyn Lauder Lip Set (25 €), de Estée Lauder. Los tonos de esta colección que incluye una barra, un brillo y un lápiz de labios, fueron elegidos personalmente por Evelyn Lauder. El set de labiales viene acompañado de un práctico mini estuche con espejo.
- Elizabeth Hurley Lip Set (25 €), de Estée Lauder. Elizabeth Hurley fue la encargada de elegir los tonos de esta colección de barra, brillo y lápiz de labios. El set de labiales viene acompañado de un práctico mini estuche con espejo.
- Dramatically Different Moisturizing Lotion (57 €), de Clinique. Una edición limitada de su producto estrella, la crema Dramatically Different Moisturizing Lotion. Este tamaño especial de 200 ml. incluye un original llavero para apoyar la causa.
- Lipgloss Key Chain (20,50 €), de Clinique. Un original y práctico llavero que incluye dos “amuletos” (una “C” de Clinique y un corazón con un lazo rosa) y tres productos mini para los labios: Long Last Glosswear SPF 15 Clearly Pink, Superbalm Moisturizing Gloss Grapefruit y Different Lipstick Glazed Berry.
- Pink Shimmer Brick Compact (43 €), de Bobbi Brown. Una edición especial del exclusivo Pink Shimmer Brick Compact, el icono de Bobbi Brown para iluminar el rostro. Contiene cinco barras de color para aplicar en mejillas o párpados y conseguir un suave y fresco brillo rosa.
- Creme de La Mer (229 €), de La Mer. El tarro de 60 ml. de esta "milagrosa" fórmula se presenta en una caja rosa, especialmente diseñada para la campaña de lucha contra el cáncer de mama.
- DKNY Woman Eau de Toilette Spray (52 €), de DKNY. Una fragancia moderna, urbana y siempre en movimiento que transmite la energía de la ciudad de Nueva York. Durante el mes de octubre el frasco de 50 ml. y el estuche estarán decorados con un lazo rosa para apoyar la lucha contra el cáncer de mama.
- Hand Relief (23,50 €), de Aveda. Tratamiento hidratante de manos secas y castigadas. Durante el mes de octubre se presenta en un formato especial de 150 ml. y cambia su habitual tapón blanco por otro rosa. Además, lleva junto al lazo rosa el recordatorio “¿Has pasado tu revisión anual de mamas?”
- Peace of Mind On-The-Spot Relief (14,50 €), de Origins. Un aceite esencial de menta piperita, que aumenta la microcirculación cutánea, proporcionando oxígeno y nutrientes a las células, y ayuda a reducir los efectos del estrés. Proporciona una relajación inmediata.
- Intral Soothing Cream (46 €), de Darphin. Una crema ideal para pieles sensibles propensas a rojeces e irritaciones. Excepcionalmente suave, aporta la hidratación que la piel necesita y la protege de las agresiones externas.
- Beautyblender + Blendercleanser (36 €), de Beautyblender. Esponja para aplicar la base de maquillaje, el contorno de ojos e incluso la sombra de ojos y limpiadora libre de tintes y productos irritantes. Durante el mes de octubre destina el 10% de las ventas a la lucha contra el cáncer de mama.
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