Se avecinan fechas de compras, niños en casa,
sesiones de cocina, comidas de empresa, reuniones
familiares... No te agobies,
todavía te queda más de un mes y puedes prepararte para la que se avecina. Pero, este año no lo dejes todo para última hora. Disfruta de las Navidades, no hace falta que renuncies a todo lo que te gusta, pero sí debes tener un plan y empezar a comer con cabeza ¡ya! Y después de la vorágine,
date un homenaje, y depúrate por dentro y por fuera. ¿Se te ocurre mejor manera
de empezar el año? ¡Felices Fiestas!
UN MES ANTES
Un mes antes de las vacaciones debes perder esos 3 ó 4 kilos
de más que siempre te traen de cabeza y no te dejan lucir la ropa cómodamente.
Además, te van a permitir casi todos los exceso en Navidad. Previa consulta
nutricional y analítica, puedes realizar una dieta hipocalórica que consiste,
básicamente, en reducir los hidratos de carbono, los azúcares y bebidas
alcohólicas y las grasas, y en aumentar la ingesta de proteínas –carnes
blancas, pescado azul, marisco, huevos-, vegetales, lácteos descremados, frutas
y agua –2 litros diarios-, para favorecer el “arrastre” de las grasas a través
de la orina. Prepara los alimentos hervidos, al vapor, plancha, microondas o el
horno, y siempre con aceite de oliva. Ventajas: “Puedes perder entre 3 ó 4
kilos en una o dos semanas. Los dos primeros kilos son de agua retenida y el
resto es realmente peso de más. Al aumentar la ingesta de proteínas te sacias
antes y pierdes peso sin pasar hambre, sin pérdida de masa muscular y sin
fatigarte”, según la nutricionista Montse Folch. Eso sí, no puedes prolongar esta dieta
más de un mes y debes hacerlo bajo control médica. Algo más; toma suplementos
vitamínicos y minerales, para no caer en déficit.
Ejemplo dieta:
Desayuno. 50 gr. de pan con tomate y aceite de oliva,
40 gr. de queso o jamón york o serrano o pavo, y café con leche descremada.
Media mañana. Una pieza de fruta o lácteo descremado.
Comida. Un plato de vegetales –ensalada variada,
verduras al vapor, hervidas o a la brasa-, carne –buey, ternera, conejo o
pollo-, o pescado o marisco o huevos, y una pieza de fruta.
Media tarde. Una pieza de fruta o un lácteo
descremado.
Cena. Un plato de vegetales, un plato de proteína
–atún, sardinas en lata, queso, jamón, 4 ó 5 nueces o almendras-, y una pieza
de fruta. Y de una a dos veces en semana cena dos yogures y una pieza de fruta.
LOS DÍAS CLAVES
Es imposible seguir una dieta, pero sí puedes tener sentido
común. La clave está en comer de todo, despacio y con moderación. Prolonga
cinco minutos cada plato y comerás menos, sírvete en platos pequeños -de
postre-, no repitas y mastica despacio, triturando bien los alimentos. Y
realiza algo de ejercicio para quemar las calorías acumuladas, el baile es muy
apropiado estas fechas y ¡no me digas que no tienes oportunidad!.
- Bebidas.
En los aperitivos evita el alcohol, en su lugar toma zumo de tomate o
decántate por el vino blanco que es menos calórico. Antes de beber alcohol
toma 6 perlas de onagra para evitar la rápida transformación de este en
azúcar. Evita las bebidas gaseosas y alcohólicas durante la comida, el
combinado de éstas junto con la grasa es una “bomba” calórica. Mejora
agua. Si finalmente te decides por bebidas gaseosas que sean Light,
y elimina el gas agitando el contenido de la copa con una cucharita, como
si quisieras disolver una pastilla.
- Cremas
y Sopas. Si tomas caldos y sopas en el almuerzo te llenas antes y
puedes limitar, sin hambre, las ingestas posteriores. La sopa de verduras,
rica en vitaminas y minerales, es una opción saludable, también la de
pollo (sin piel). Y limita el consumo de las cremas –llevan leche, nata o
yemas de huevo- y caldos que veas espesos, suelen estar muy concentrados y
contener mucha grasa.
- Carnes.
Elimina la grasa visible y la piel, y toma comprimidos de lecitina de
soja, en la comida y en la cena, para ayudar a emulsionar y eliminar las
grasas. El cerdo –sobre todo si es ibérico- tiene menos grasa que la carne
de vaca y cordero, y aporta ácido graso oleico, similar al del aceite de
oliva, lo que le convierte en cardiosaludable. El pavo y las aves, en
general, son menos grasos e indigestos, pero evita su piel.
- Mariscos
y Pescados. La grasa que aportan pescados y mariscos es insaturada y
tienen menos colesterol que la carne. Además, el pescado aporta ácidos
grasos Omega 3, vitaminas A y D, y yodo. Hay que moderar las raciones pero
no temer su consumo. En cuanto al marisco, los que menos colesterol
aportan son los de concha -ostras, vieira-, y los que más los crustáceos
-langosta, gamba-. Evita acompañarlos de salsas.
- Vegetales.
Son excelentes como guarnición, ya que aportan fibra y ayudan a eliminar
las toxinas y calorías de los alimentos más grasos. Consume alcachofa por
ser un buen drenante hepático y compensar el exceso de consumo de grasas y
alcohol.
- Postres.
La fruta es un postre excelente que aporta fibra, sacia, tiene propiedades
laxantes y elimina toxinas y calorías. Tómala una hora después de la
comida y evita las piezas ricas en azúcares como el plátano o las uvas,
mejor opta por la piña, la papaya, y el kiwi que contienen papaína,
bromelina y actinidina, enzimas que favorecen la digestión de las
proteínas y tienen efecto laxante.
- Dulces.
Evita las cestas de pan, bollería y mantequilla. No abuses de ningún tipo
de turrón, tómalos en raciones limitadas, opta por los clásicos, de
almendra, azúcar y miel, ya que las mil variedades que se han inventado
los reposteros suelen ser auténticas bombas calóricas. No consumas más de
10 gramos por ración -50 calorías-, y siempre como postre después de las
comidas.
Píldoras e infusiones aliadas
- Glucomanano.
Evita la absorción de las grasas y azúcares. Es saciante y tiene mucha
fibra. Dos comprimidos antes de las comidas. Elifexir Sacian-T, de
Phergal.
- Fucus.
Acelera el metabolismo, quema grasas y es laxante. Dos comprimidos antes
de comer. Fave de Fuca, de Aquilea.
- Garcinia
Cambogia. Reduce el apetito e impide la absorción de grasas. De dos a
tres comprimidos a media mañana y a media tarde. Garcinia Cambogia,
de Arkopharma.
- Ortosifón.
Elimina líquidos, grasas, ácido úrico y urea, alivia la pesadez y el dolor
de piernas. Dos cápsulas antes de comer. Ortosifón, de Arkopharma.
- Infusiones.
Veinte minutos antes de las comidas toma una infusión de diente de león,
genciana o ajenjo para asimilar mejor las grasas y después de éstas, opta
por infusiones de té verde, blanco o rojo, por su alto contenido en
polifenoles –propiedades antioxidantes y antiretención-. Toma entre 3 y 5
tazas diarias.
EL DÍA DESPUÉS
Te vendrá bien una alimentación altamente depurativa y
diurética. Necesitas desintoxicar tu organismo para optimizar su
funcionamiento, y tu vesícula biliar e hígado se merecen un descanso. Eso sí,
no alargues este plan más de un día sin control médico.
Dieta Compensatoria:
Desayuno. Batido energético –manojito de perejil, 4 ó
5 zanahorias y pomelo-.
Media mañana. Ginger Mix –rodaja de raíz de jengibre,
4 ó 5 zanahorias, manzana verde y tallo de apio-.
Comida. Cóctel depurativo –manojito de hojas de
diente de león, 3 rodajas de piña, 3 rábanos, 4 ó 5 zanahorias y un tallo de
apio-.
Media tarde. Una manzana, batido de melón y fresas, y
batido de manzana verde y un tallo de apio.
Cena. Ensalada aliñada con aceite y vinagre, verduras
cocidas, arroz integral, pescado cocido o a la plancha, fruta e infusión.
Antes de acostarte. Manzanilla o té verde o té rojo.
Asesoramiento: Dra.
Montse Folch, nutricionista. Dirige la Unidad de Nutrición y Dietética del Institut Vila-Rovira, de Barcelona. Telf. 933 933 147.