
Desde que en el año 2010 aterrizara en España la Dieta Dukan, han expulsado al nutricionista parisino Pierre Dukan del Colegio de Médicos francés. Y según una encuesta del grupo francés de investigación nutricional CCM Benchmark, realizada a 5.000 dukanianos, el 80% de los que siguen la famosa dieta –en su mayoría mujeres-, después de cuatro años, pesan igual o más que antes de empezarla, un 48% vuelve a ganar los kilos perdidos, pasado tan solo un año, y un 35% en los primeros meses. Y no solo eso, a día de hoy, el plan “infalible” de Penélope Cruz, Jennifer López o Kate Middleton parece que cosecha tantas críticas como halagos, y que tiene tantos detractores, como seguidores. Entre los más críticos, la Agencia de Seguridad Alimentaria Francesa, la Asociación Francesa de Dietistas-Nutricionistas, la Asociación Británica de Dietética, el Ministerio de Sanidad español, la Asociación Española de Dietistas o la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). ¿Qué es lo que falla de esta dieta? Descúbrelo.
Efecto rebote
Según la
encuesta Benchmark muchos de los que la hacen no consiguen llegar a la llamada
fase de estabilización –dos terceras
partes-, un período que sirve para consolidar y mantener el peso perdido. ¿Por
qué?
EN
CONTRA: “No se comen carbohidratos, verdura ni fruta. Esto hace que el
organismo se deshidrate. Se pierde mucha agua, sales minerales y masa muscular.
En cuanto reintroduces estos alimentos, otra vez, recuperas el agua y la masa
muscular perdida, y por lo tanto el peso. Y normalmente con un hambre voraz”,
explica el nutricionista francés Jean Michel-Cohen, que le ha ganado un litigio
por difamación a Pierre Dukan. Cuando dejas de pesarte y empiezas
a comer normal, lo recuperas todo otra vez, incluso haciendo un día a la semana
de proteínas. Y es que, tras una experiencia de restricciones –en la fase de ataque no se pueden tomar más
que proteínas, y en la de crucero, proteínas
y verduras-, nuestro organismo reacciona asimilando mejor las calorías. Usa las
breves treguas que le concedemos para reconquistar las reservas perdidas. “Así,
es posible recuperar todos los kilos perdidos en poco tiempo e incluso alcanzar
un peso superior al de antes del régimen”, advierte la OCU. Con un gran riesgo
añadido para Julio Basulto, nutricionista y director de la Asociación Española
de Dietistas y Nutricionistas (AEDN): “este efecto rebote, además de dificultar
una pérdida de peso exitosa en el futuro, incrementará el riesgo de mortalidad”.
A FAVOR:
La Dra. Montse Folch, nutricionista y prescriptora de la Dieta Dukan, dice que
el éxito de este plan radica en cómo lo hagas, desde el principio hasta el
final. “Cuando terminas hay que mantener el peso de por vida haciendo una dieta
equilibrada, si vuelves a comer igual que lo hacías antes, cogerás el peso
inicial. Por encima de todo, aparte de que el paciente adelgace, debe aprender
a mantenerse”, asegura. Para el propio Pierre Dukan, el hecho de que un 20% de las personas
que hayan seguido su método no haya recuperado peso después de 4 años, es un
éxito. “Es tiempo suficiente como para decir que esas personas están curadas.
Es un resultado excepcional. Más cuando las estadísticas internacionales de
regímenes hipocalóricos llegan a duras penas al 5% de estabilización, después
de cuatro años”. No obstante, asegura que según sus propios datos, un 45% mantiene
el peso estabilizado a los cuatro años.
Culpabilidad y adicción
Los
sentimientos de culpa –en el 60% de los casos-, el descenso de la autoestima y
los síntomas depresivos, son algunas de las consecuencias psicológicas que
parecen estar asociadas al hecho de no conseguir que la dieta funcione. Y algo
más, parece que se convierte en adictiva: una tercera parte de los que fracasan
con Dukan vuelve a intentarlo, según la encuesta Benchmark. ¿Por qué?
EN
CONTRA: “Es la perversión de este régimen –denuncia el Dr. Cohen-. Nadie les ha
explicado que es imposible hacer esta dieta bien. Va contra natura. El hombre
está hecho para comer de todo –el método, excluye, sobre todo los hidratos de
carbono y las grasas-”. El sentimiento de culpabilidad lleva a no aceptar el
fracaso e intentarlo de nuevo, a ver si esta vez, sale bien. “Piensan que ellos
son los culpables y para anestesiar este sentimiento quieren retomarla a toda
costa. Es un mecanismo psicológico”, añade el nutricionista y autor de 1.800 calorías para ser feliz, Edt.
Planeta.
A FAVOR:
El Dr. Dukan reconoce que hay personas que paran al final de la fase 2, sin
seguir la 3 y la 4, “pero no deben culpabilizarse, vuelven a probarlo y en
general a la segunda tentativa, lo logran –asegura-. Los que recuperan su peso
son siempre personas vulnerables que tropiezan con grandes dificultades en su
camino”. Ha creado una especie de coaching
por Internet, donde los usuarios reciben consignas diarias alimentarias,
físicas y psicológicas. “Es difícil hacerlo mejor, pero estoy trabajando en un
seguimiento más cercano, un servicio de llamadas de ayuda para esos usuarios
que estén tocados y teman abandonar”, asegura. Por su parte, la nutricionista
Folch asegura haber conseguido que sus pacientes sean más felices con este
método. “Las personas que antes, con otras dietas, bajaban muy poco peso, con
ésta lo hacen de una forma rápida y de una vez por todas”. Y si se “enganchan”
es, precisamente, por ese motivo. “El recuerdo de haber perdido peso de una
forma rápida hace que, la persona que vuelve a recuperarlo, repita”, asegura. Es
uno de los “platos fuertes” de este plan: mucha pérdida de peso –hasta 10 kilos
en dos meses- y en poco tiempo. Otro de los “platos fuertes” es que no se pasa hambre –las
proteínas producen cuerpos cetónicos, que son poderosos disuasores del hambre y
responsables de la sensación de saciedad- y se come “a voluntad”, sin límite de
cantidades.
Riesgos para la salud
El
consumo excesivo de proteínas y la exclusión de verduras, vegetales y frutas –ausencia
de agua, sales minerales, azúcares y fibra-, ha llevado a muchos a asegurar que,
mantenida en el tiempo, la Dukan podría aumentar el colesterol malo, provocar
estreñimiento, mal aliento, boca y piel secas, mareos, cansancio, calambres, dificultades
para orinar, pérdida de cabello, uñas quebradizas, trastornos cardiovasculares
y/o gastrointestinales, síndrome metabólico e incluso cáncer de mama.
EN
CONTRA: Para el nutricionista Cohen, la Dukan no es una dieta nueva, es la actual
percha de una dieta disociada protéica, que excluye varias categorías de
alimentos. Precisamente, los que contienen vitaminas, minerales y
oligoelementos. “Lo que explica que la gente esté tan cansada”, apunta. De
hecho, en los foros de control de peso de Internet, la inmensa mayoría de
personas que abandonan, aseguran hacerlo por “fatiga persistente”. Además,
según el experto, comiendo tanta proteína se asimila mejor la grasa, vamos que
se acumula más. Por ejemplo, 500 g de proteína equivaldrían a 120 g de materia
grasa, o lo que es lo mismo 12 cucharadas soperas de aceite. “Un consumo muy alto de proteínas equivale a un
consumo elevado de grasas saturadas –carne, huevo, queso-. Si a eso le quitas
los antioxidantes de la verdura y la fruta, tienes la combinación perfecta para
desarrollar trastornos cardiovasculares y un cáncer, dentro de 10 ó 15 años”,
advierte. Además, según la OCU, este tipo de dietas –cetogénicas- provoca una
sobrecarga del funcionamiento del hígado y los riñones, y la producción de
cuerpos cetónicos que, a partir de ciertos niveles, pueden ser tóxicos para las
células nerviosas. Y para el nutricionista Basulto: “la baja ingesta de fibra
dietética no sólo incrementa el riesgo de padecer problemas digestivos, sino
también el de sufrir enfermedades crónicas como la diabetes, las cardiopatías e
incluso algunos tipos de cánceres”.
A FAVOR: La Dra. Folch asegura haber solucionado
problemas de hipercolesterolemia y mala circulación con esta dieta. Y el Dr.
Dukan rechaza de pleno la acusación de aumento del colesterol: “La advertencia
de aumento del colesterol es completamente falsa. La encuesta nacional IFOP ha
demostrado que el 92% de los usuarios de mi dieta conseguían una mejora a nivel
lipídico en sus analíticas, o un resultado sin cambios”. No obstante, ambos
nutricionistas reconocen que las dietas cetogénicas producen estreñimiento, mal
aliento, boca seca, olor más intenso de orina, dolor de cabeza, cansancio en
personas con la tensión baja, y caída de pelo en mujeres con predisposición
natural y que adelgazan mucho. “Mi dieta puede presentar algún inconveniente
menor pero el mal que combate –el sobrepeso- representa riesgos bien
superiores, incluso mortales a medio o largo plazo”, asegura Dukan. Y la desaconseja
en caso de embarazo -la Dra. Folch suma
la lactancia-, cáncer con tratamiento de quimioterapia, diabetes
insulino-dependiente, infarto de miocardio, depresión grave sin ayuda de
antidepresivos, insuficiencia renal, alteraciones tiroideas –hipotiroidismo-, y
menores de 17 años -18 para la Dra. Folch-. Algo más; la fase de proteínas
puras no debe prolongarse más de 7/10 días, las carencias de vitaminas y
minerales deben reemplazarse con suplementos a lo largo de la dieta, hay que
realizarse analíticas de control previas y cada dos meses, y no siempre seria
la dieta de primera elección, depende de las características, circunstancias y
hábitos alimentarios de cada uno. “El problema es que si se realiza sin control
ni seguimiento médico se puede poner en riesgo la salud”, concluye la doctora.