indescritíblemente transportadores, relajantes y efectivos. De esos que te hacen olvidarlo todo, liberarte del estrés, poner el móvil en silencio y rendirte a la magia de la música de fondo y a las manos de la hábil esteticista. La cita, en un hotel romántico y con solera, de los que me gustan a mí, el Hotel Orfila, a las 10 de la mañana, y con una hora por delante para disfrutar del ritual facial y corporal Vitalidad de los Glaciares, de Valmont. Una esteticista con acento argentino, que luego me confesaron era experta en yoga, y seguro que debía serlo porque me trasladó toda su espiritualidad, paz y tranquilidad, se encargó que aplicarme uno tras otro una sucesión de serums, cremas y mascarillas, y un masaje, sello de la casa Valmont, bautizado como el Movimiento de la Mariposa, que se realiza con suaves deslizamientos sobre el escote, asciende lentamente por los laterales del cuello y el ovalo facial, y termina en la frente. Esta singular técnica de masaje estimula las terminaciones nerviosas, y la circulación sanguínea y linfática.

Veredicto: de 10 (y soy muy reacia a dar puntuaciones tan altas). Mi piel luce súper hidratada, tersa, luminosa y rejuvenecida.
¿Dónde probarlo? The Spa by Valmont (C/Pomaret, 14, Barcelona). Tel. 935 52 66 26.
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