No sé si será por lo mucho que lo necesitaba o por lo muy bien que me trataron. Pero "puedo prometer y prometo" que en el nuevo Spa Lush (recientemente abierto en Madrid, en C/Mesonero Romanos, 2, 3ª planta), he tenido una experiencia teletransportadora.
Me citan a las 12h en el Spa, entro por la tienda, sorteando como puedo la cola de todos los que ansían hacerse con un preciado décimo de lotería de Navidad de Doña Manolita. Subo a la segunda planta y me reciben en una auténtica cocina inglesa de los años 50, como si fuera a tomar el té a casa de mi abuelita. El ambiente es de los más reconfortante, acogedor y envolvente. Tengo hambre, me como una manzana que hay en el frutero y aparece la terapeuta que me va a tratar (ha sido elegida entre muchos y formada durante tres meses en Inglaterra por la firma). Me acerca una pizarra en el que aparecen escritos distintos estados de ánimo: paz, relajación, felicidad, humor, perspectiva, autoestima... Sin dudarlo elijo RELAJACIÓN. La terapeuta coge una pastilla sólida que contiene aceites esenciales y que huele de maravilla, de la alacena de la cocina, dónde se puede leer RELAX y me conduce a mi cabina.
En la cabina me recibe una
música (incluye coros de pajáros y versiones folk de canciones clásicas británicas de los años 60), que es específica para este tratamiento (me van a hacer uno que se llama Synaesthesia, el tratamiento-buque insignia de la firma), y una profesional que ha recibido tres
meses de formación en Inglaterra para convertirse en un terapeuta Lush. El
resto es una experiencia, holística y teletransportadora, de 90 minutos (masaje boca arriba, boca abajo, y de la cabeza a los pies).
Los movimientos del masaje han sido coreografiados al son de la música, y se nota. Es un masaje capaz de modificar el estado de ánimo a través de la estimulación de los cinco sentidos. Cuando termina el tratamiento me siento en un estado tal de relajación que parezco flotar y solo quiero irme a dormir!! A parte de que mi cuerpo huele de maravilla y no lo noto para nada graso, ha absorbido perfectamente el aceite esencial sólido con el que me han hecho el masaje.
Cuando termina el tratamiento me ofrecen una taza de té y me dan una lata que contiene una barra de burbujas y otra de masaje, con la mezcla secreta del aceite esencial utilizado en el masaje (por como huele apuesto a que lleva cacao). Esa noche duermo de maravilla!
¡¡Estoy deseando volver a probarlo!!
Veredicto: Aunque caro, es una de esas cosas que merece la pena probar, aunque solo sea una vez en la vida.
Precio: 150 €.
¿Dónde? C/Mesonero Romanos, 2, 3ª planta, Madrid. Tel. 915 32 76 67.
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