
CADA COSA POR SU NOMBRE
La
cuestión es que ha día de hoy no hay una regulación común ni oficial de estos
productos y el “cacao” para la consumidora es monumental, empezando por su
definición.
* NATURAL: Un cosmético se considera
natural cuando al menos el 95% de sus ingredientes son naturales o de origen
natural. El 5% restante son ingredientes conservantes que se consideran
imprescindibles para la fórmula y no suponen ningún riesgo para la salud ni el
medio ambiente.
* ECO: Aquí viene el primer galimatías.
Todo lo eco es natural, pero no al contrario. Para que lo sea entre el 90% y el
95% de los ingredientes deben provenir de la agricultura ecológica o
recolección silvestre certificada. Y aquí viene el siguiente escollo: la
certificación. No es obligatorio que
estén certificados, aunque sí es una garantía de calidad. A día de hoy el sello
ECO es voluntario y lo ponen certificadoras privadas, las más importantes son
BioVidaSana, Cosmos y Natrue.
* BIO, ORGÁNICO: Eco, Bio, Orgánico los tres
significan lo mismo. El uso de uno u otro depende del país de origen de la
marca. Así, el término en francés para definir Eco es Bio, mientras que en EE
UU y Reino Unido se utiliza la palabra Organic.
¿SI ES
ECO ES MEJOR?

¿QUÉ REQUISITOS DEBE
REUNIR UN COSMÉTICO PARA SER ECO?

* AMIGOS DE LOS ANIMALES: Aunque se permiten ingredientes
de origen animal ecológicos, como la leche o la miel de abeja, nunca deben ser
derivados de animales amputados o sacrificados específicamente para la
elaboración del cosmético. “Además, ni el producto final ni ninguno de sus
ingredientes deben haber sido testados en animales”, recuerda Escutia.
* QUÍMICA VERDE: Digamos que para la elaboración
de estos cosméticos debe emplearse una “química verde”. Esto se traduce en
aprovechar al máximo la materia prima que se tiene, emplear fuentes de energía
renovables que reducen la emisión de CO2 y utilizar menos agua. Importante: “No
se admiten el uso de ingredientes transgénicos, ni tecnologías controvertidas
para la salud como la nanotecnología o la irradiación”, añade Escutia.
* ENVASES Y PACKAGING RECICLABLES: “Se suelen utilizar botes,
frascos y embalajes eco-responsables, 100% reciclados y/o reciclables que no
liberan compuestos químicos cuando se desestabilizan o degradan”, cuenta
Escutia. Los más conocidos son el papel, y el cartón procedentes de bosques
sostenibles, el polietileno (PE), el polipropileno (PT) y el polietilenpereftalato
(PET).
LOS SIN DE LA COSMÉTICA
NATURAL
* SIN PARABENOS: Los parabenes son el
conservante más utilizado en la cosmética convencional por sus propiedades
bactericidas. Los más conocidos son el Methylparaben, Ehtylparaben, Butylparaben
y Propylparaben. “Actúan como disruptores hormonales –mimetizan la acción de
nuestras hormonas ocupando su lugar- , atraviesan la piel y están relacionados
con el cáncer de mama, próstata y testículos”, asegura Escutia.
Su equivalente en cosmética
natural: vitamina
C, tocoferol o vitamina E antioxidante obtenida de las plantas y aceites
esenciales.
* SIN DERIVADOS DEL PETRÓLEO: Las vaselinas, parafinas, siliconas,
acrilatos y acrilamidas son la base de muchos productos cosméticos como cremas
hidratantes, mascarillas y pintalabios. “Se utilizan en lugar de aceites
vegetales porque son más baratos y la piel los absorbe más rápido. Y son poco
recomendables porque taponan los poros y son contaminantes ambientales
difíciles de degradar y depurar”.
Su equivalente en cosmética
natural: Aceites
vegetales (coco, oliva, girasol, borraja, jojoba o argán) y ceras naturales
como la de abejas.
* SIN COLORANTES SINTÉTICOS: Se identifican por las siglas
C.I. seguidas de un número. “Pueden producir alergias y dermatitis. Los que se
obtienen a partir de la hulla –compuesto derivado del petróleo- están
relacionados con el cáncer. Y los azoicos al degradarse dar lugar a anilinas
que son potencialmente cancerígenas”, advierte Escutia.
Su equivalente en cosmética
natural: pigmentos
minerales, animales y vegetales naturales que inician su numeración por 408 ó
75, y minerales lo hacen con 77.
* SIN PERFUMES SINTÉTICOS: El nombre genérico Fragance,
Parfum o Aroma puede referirse a más de 3.000 ingredientes presentes en
quitaesmaltes, pintauñas y pintalabios. En su composición están incluidos los
ftalatos y el tolueno que se utilizan como disolventes. “El primero es un
disruptor hormonal, afecta al sistema reproductor y está relacionado con
cáncer, problemas respiratorios y asmas. Y el segundo irrita los ojos, la
garganta y los pulmones, y puede provocar fatiga, dolores de cabeza, asma y
nauseas”.
Su equivalente en cosmética
natural:
alcoholes derivados de plantas y aceites esenciales.
* SIN SULFATOS: Son tensioactivos y bases
detergentes que se utilizan en geles de baño, champús, jabones líquidos, dentífricos
y productos de higiene, que son excesivamente agresivas e irritantes para la
piel. El más problemático es el Sodium Lauryl Sulfate.
Su equivalente en cosmética
natural:
surfactante de plantas y bases detergentes más suaves obtenidas a partir de
aceites vegetales.